La actriz y cantante se presentó anoche en un colmado Movistar Arena de Santiago junto a su banda The Scene, revolucionando a una audiencia mayoritariamente sub 17 que agotó todas las localidades disponibles para su segunda presentación en Chile.
La multifacética artista – que horas antes de su show lanzaba una completa línea de vestuario ecológico bajo el nombre de Dream Out Loud – se subió al escenario puntualmente y, sin mayor preámbulo que un tradicional grito proclamando “Santiago de Chile”, abrió el show con el pegajoso tema “A year without rain”.
Dos bailarinas, dos coristas y los miembros de su banda la acompañaban, aunque su sola presencia frente a un recinto de eufóricas adolescentes, que ocupaban hasta el último rincón de un Movistar Arena empapelado de pancartas, hacía estallar los gritos que se mantuvieron a lo largo de todo su espectáculo.
En sus primeros 20 minutos sobre el escenario, Selena Gómez arrojó su pesada artillería interpretando “Hit the lights”, “Round and round” y la esperada “Love you like a love song”, segundo sencillo de su último disco “When the sun goes down”.
Solo un cambio de vestuario la apartó de la vista de sus fans, quienes no pararon de bailar y cantar, confundiéndose con la voz de la cantante, que a ratos se perdía entre saltos y coreografías, evidenciando cierta falta de trabajo y madurez vocal.
Luces y brillantes atuendos se desplazaban sobre un sobrio fondo, comprobando que el espectáculo principal era ver en persona a la estrella de televisión y cine, quien disfrazaba con maestría su sencillo registro supliéndolo con simpatía y seducción.
Prometiendo volver y regalando consejos sobre autoestima y solidaridad, la cantante sacó lágrimas con “Who says”, canción que comenzó con un previo “Te amo con todo mi corazón”, única frase en español con la que consiguió el estridente grito y aplauso cerrado de todo el público.